Pastas de té

¡Muy buenas tardes lectores!

Hace ya 3 semanas tuve visita. A finales de noviembre les prepare magdalenas, así que esta vez quería hacer algo diferente y pensando se me ocurrió hacer estas magníficas pastas de té o galletas de mantequilla.

Tenía la receta pendiente pero nunca las había hecho. Para mi la receta es muy sencilla, pero no os voy a mentir, es delicada de elaborar.

Y con esta receta participo en el concurso Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados, promovido por el blog Cocido de Sopa.

Ingredientes

- 170 gr. de mantequilla de calidad

- 100 gr. de azúcar glass
- 1 pizca de sal
- 2 yemas de huevo
- 300 gr. de harina

- 100 gr. de chocolate de cobertura

Elaboración

Mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar glass y la pizca de sal. Si veis que de una tirada hay mucho azúcar glass, mejor hacerlo en dos tiempos. Yo me ayude con un tenedor para así amasar bien la mantequilla, pero llegó un momento que el tenedor ya no me fue útil, así que con mucho cuidado mezcle los ingredientes con las manos, siempre limpias. Es un engorro, ¡sí! pero al final ahorras tiempo.

Añadimos una a una las yemas de huevo y mezclamos con cuidado. Si tenéis una espátula es preferible. Yo no tengo una aquí, así que seguí con el tenedor y si no con una cuchara.

Agregamos la harina tamizada poco a poco y mezclamos con movimientos envolventes evitando, en la medida de lo posible, amasar. La masa es delicada de manipular, no debes trabajarla mucho. Si veis que con la espátula os es difícil, hacedlo con las manos como yo hice, pero recordad, EVITAR amasar.

Una vez hecha una bola, envolver en papel film y dejamos reposar en la nevera durante 1 hora.

[Podéis aprovechar para hacer un bizcocho, limpiar los utensilios, limpiar la casa, leer... hay miles de cosas por hacer.]

Precalentamos el horno a 200 grados tanto de arriba como de abajo.

Una vez pasada la hora, cubrimos la superficie de trabajo con harina y extendemos la masa con las manos enharinadas hasta que tenga entre medio y un centímetro de grosor. NO extendáis la masa con rodillo.

Cortamos las galletas utilizando cortadores en forma de corazón, estrella, etc...

Yo sólo tenía en forma de corazón y para hacer las redondas y lunas cogí una copa, corté una redonda y luego volví a cortar por la mitad, et voilà, luna creada. Añadimos un poco de azúcar en algunas galletas.

En una bandeja para horno ponemos un poco de papel vegetal. Metemos las galletas al horno a 200 grados durante unos 10 minutos aproximadamente.

Es mejor si las galletas quedan blanquitas. Yo era una inexperta y la primera tanda cuando miré estaban blancas pero pensaba que de dentro no estaban hechas así que las dejé dos minutitos más. Error. Estaban igual de buenas pero más blancas entran más a la vista y el sabor cambia un poquitín.

Una vez horneadas las sacamos y dejamos enfriar en una rejilla. 

Deshacemos el chocolate al baño María o al microondas, como deseéis, y decoramos. Yo sumergí las galletas como si de mojar una galleta en la leche se tratase.

Una vez enfriadas las galletas, COMEMOS, sin pensarlo, hasta que se acaben todas! Mmmmmmmmmm ¡qué buenas y sabrosas que estaban!

Sinceramente, creo que es la receta que mejor me ha quedado.

Probad de hacedla y me comentáis.

Fuerza para todos, que el fin de semana ya está a la vuelta de la esquina.

Un abrazo.

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